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MUCUCHIES

A finales del siglo XVI llegaron a estos parajes andinos de Mérida, Venezuela, los Frailes Doctrineros Agustinos y se establecieron en el poblado de Santa Lucia de Mucuchíes.

Por iniciativa de ellos, al pasar de los años y a través de la Compañía Guipuzcoana, trajeron a Venezuela las primeras ovejas para reproducirse en la Cordillera Andina para el usufructo de lana, leche y carne; acompañando estos ovinos, llegaron los primeros ejemplares caninos de la raza Pastor de los Pirineos, provenientes de las regiones de Navarra y Aragón, para guardia y defensa de dichas ovejas.

El perro Mucuchíes fue en sus orígenes un perro pastor de rebaños y un perro guardián. La primera cualidad la perdió por la escasez de rebaños en los páramos andinos pero en cambio conservó la cualidad de guardián.

Tiene un carácter fuerte, es muy activo, es manso y amoroso con los que le son familiares pero reacciona violentamente contra cualquier extraño, a menos que se le enseñe con una voz de mando a respetar a las personas que se le indiquen.

Siempre deben presentar espolón doble en las patas traseras y una sencilla en las delanteras.

Este perro debe de ser sacado a pasear todos los días, siendo una caminata larga o trote. Además de una amplia zona de donde puedan correr y jugar. No es necesario mucho aseo.

En el 2008, con el propósito de preservar la raza canina nacional, el Ministerio del Poder Popular para el Turismo, aprobó crear la Fundación Nevado (Funev), que cuenta con seis de estos perros, los cuales serán trasladados al Sistema Teleférico Warairarepano en el Parque Nacional El Ávila, donde se dan unas condiciones ambientales similares a las montañas de los Andes.

 








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