Adrienne y Daniel - Lucky y Mimo

Es complicado resumir en unas líneas el cambio y la mejoría en apenas unas pocas semanas, en la conducta de Mimo y Lucky.

 

Sin haber dejado de ser juguetón, Mimo se muestra más sereno pero sobre todo más obediente; por su parte, Lucky ya nos permite hacer actividades dentro o fuera de la casa sin importar que nos consigamos otras personas o perritos ya que no presenta la agresividad que tenía hacia los demás desde que lo adoptamos.

 

Es gratificante disfrutar con Mimo sabiendo que cuando sea necesario nos va a prestar atención y obedecer, y poder ver a Lucky rodeado de otros perros con una tranquilidad desconocida en él.

 

De Atención Canina destacaría tres cosas:

 

1.- Excelente grupo humano guiado por Rafael. Sin duda el personal está perfectamente calificado y sin dejar de lado la disciplina, se muestran siempre muy cariñosos con los perros, les gusta lo que hacen y se nota.

 

2.- Haber roto el mito de "loro viejo no aprende a hablar". Mimo tiene 3 años y Lucky entre 6 y 8 años (le faltan dientes desde que lo adoptamos, haciendo imposible determinar una edad exacta) y en las prácticas que hacíamos en casa al día siguiente de una clase, simplemente debíamos pulir los comandos nuevos porque tenían claro qué hacer y, al terminar este nivel, podemos decir que cumplen perfectamente cada uno de los comandos.

 

3.- Para los que dudan por el costo económico, LO VALE, se invierte en salud y paz mental de ellos así como la de nosotros. 

 

No nos queda más que decirles: GRACIAS

 

Daniel y Adrienne.