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Miler - Chococrispi

Chococrispi es un perrito mestizo, que con tan solo 12 días de nacido llego a mí para ser amado; él tiene el súper poder del amor, le fascina dar besos, abrazos y es una excelente compañía que con sus loqueras hace reír hasta al abuelo quien al principio no lo quería pero Chococrispi logró ganar su corazón en poco tiempo (aunque el Abu no lo admita), estos súper poderes solo eran demostrados hacia las personas que él conoció desde muy pequeño y a otros perritos que quisieran jugar con él, cuando salía a pasear era un perro muy inseguro, ladraba a cualquiera que se acercaba, en el carro igual, y ni hablar de montarme en el ascensor con otras personas, simplemente no le gustaba recibir amor de los humanos, nunca intentaba morder, pero una cresta rígida se alzaba en su lomo mientras ladraba y se escondía atrás de mí, las personas del edificio e incluso en la calle lo catalogaban como un perro agresivo, a veces me gritaban que le pusiera bozal, cosa que me molestaba y me entristecía a la vez ya que en casa Chococrispi demostraba las 24hrs del día ser un perro extremadamente cariñoso y juguetón. 

Intenté muchas veces entenderlo y buscar alguna manera de evitar que se comportara de tal manera, al principio con regaños y golpes y luego pasé a ser más comprensiva y lo abrazaba cosa que estuvo muy mal porque hacia crecer más su inseguridad, me di por vencida y conversé con la mama de Regalito, Didi, a quien fastidié con tantas preguntas acerca de Atención Canina, me metía varias veces al día en la página para leer una y otra vez el pensum, y los tips que allí aparecen, hasta que tomé la decisión de ir a la entrevista para que me orientaran y ayudaran a entender a Chococrispi, ayudarlo a superar sus miedos y aprender a convivir sanamente de la mejor manera.

Al llegar al primer día de entrenamiento Chococrispi estuvo muy emocionado ya que veía muchos perritos y quería jugar con ellos, en realidad pensó que estaba en un parque, hasta que llegó su entrenador Angelo y entró en crisis, tenía mucho miedo y no quería ni caminar hacia el terreno de entrenamiento, con un poquito de salchichas se animó sin embargo tuve que acompañarlo hasta la puerta, me sentí nerviosa y ansiosa al mismo tiempo, ya que dejaba a mi chiquitico solo por primera vez con una persona que él no conocía. Chococrispi tuvo un cambio radical desde su primera clase, disminuyó los ladridos, y no se alteraba ante la presencia de las personas cuando estaban cercanos a él, poco a poco se dejaba acariciar por cualquier persona, incluso niños, con quienes se anima a jugar bastante, dejó los gruñidos a un lado y ahora permite que el amor lo invada a él así como Chococrispi lo hace con las personas cercanas a él. 

Si bien Chococrispi no es de esos perritos que sale corriendo a saltarte encima y caerte a besos (al menos que pases una semana con él y usará sus poderes contigo), ya ha aceptado un poco más a los humanos y se deja acariciar sin problema, también se ha montado en el ascensor con otras personas y se comporta muy educadamente, y como plus ya sabe sentarse a la orden (y no cuando él quiera) y caminar al lado mío sin desesperarse, apenas ha aprobado su 1er nivel de obediencia y socialización con personas y el cambio ha sido muy satisfactorio para toda su familia humana, incluyendo los vecinos que lo han felicitado por estar más tranquilo y sin ladrar tanto, aún seguimos practicando constantemente en casa los ejercicios que hemos visto en los entrenamientos, pero queremos ir por más, así que Chococrispi y yo estamos muy contentos con ATENCIÓN CANINA por su dedicación, profesionalismo y apoyo, tanto para entender y ayudar a los perritos con sus debilidades como para ayudar a nosotros los humanos a darle calidad de vida a lo que más amamos en este mundo que son nuestras mascotas.

 








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