PASTOR ALEMAN

El Pastor Alemán es una de las razas de perros más populares en el mundo. Es amistoso, equilibrado, juguetón, inteligente e intrépido. A pesar de que fue formado para el pastoreo, este perro puede ser entrenado para realizar cualquier trabajo como tareas policiales, de búsqueda y rescate, militares y de guía, la raza es próspera en servicios.

Es tanto amado como temido. Vigilante y con tendencia a la agresividad hacia otros perros, requiere un manejo firme, bondadoso y constante por parte de un adulto experimentado. Propenso a ser reservado, hay que saber ganarse su amistad, pero desde ese momento la lealtad del animal queda garantizada.

Le gustan las actividades extenuantes, de preferencia combinarlas con entrenamiento de obediencia básica, avanzada y definitivamente de protección y defensa. Sin una caminata larga diaria se pondrá intranquilo y destructivo.

Debería ser balanceado en disposición, equilibrio, no excitable y con nervios bien controlados. Para el trabajo como perro policía, un desarrollo que siguió gracias a su aptitud natural para recibir entrenamiento, debe tener coraje pero además debe ser capaz de hacer uso del gran olfato que comúnmente posee.

En su relación con el ser humano no da afecto ligeramente, tiene una abundancia de dignidad y alguna sospecha de los extraños, pero su amistad, una vez dada, se da para toda la vida.

Durante las fases de adiestramiento, podrá notarse con gran satisfacción, la facilidad para el aprendizaje y el "placer para el trabajo" de esta.

Es preciso no emplear nunca rudeza o brutalidad en sus diferentes niveles de entrenamiento sino firmeza y convicción. Si se educa y adiestra correctamente el Pastor Alemán se convierte en un perro que siempre va a causar asombro. Son realmente incontables los conocimientos que logra aprender para mejor servir a su amo y amigo con el cual llega a establecer una relación de perfecta simbiosis que durará por toda la vida del perro.