DOGO ARGENTINO

El Dogo argentino se diferencia de los otros perros (entre otras cosas) por su comportamiento: ladra raramente, casi como para no querer hacer notar su presencia pero, cuando protege y ataca, da realmente miedo.

Es muy guardián con sus seres queridos. Es alegre, amigable, y demuestra siempre ser consciente de su poder. De gran valentía, agilidad y firmeza, muy leal. Cuando el Dogo se interesa por algo, es muy demostrativo, y podemos verlo en que se pone erguido y sus reflejos adquieren mayor rapidez. El dueño de uno de estos perros, debe tener un carácter fuerte y algo dominante, para no llegar a ser dominado por ellos, y poder educarlos correctamente, es decir, con reglas constantes y firmes, pero a la vez, también con mucho cariño.

No debe asustarnos el hecho de que los antepasados del Dogo Argentino fueran perros de pelea, ya que hoy en día es un perro de gran carácter y un excelente compañero de la casa. Le encanta el juego con sus dueños y sobre todo con los niños.

La raza se está utilizando para la caza mayor, pero tiene una gran aceptación como animal de compañía, teniendo además la cualidad de ser un excelente perro de guarda.

Como todo perro de trabajo, es muy fiel a su amo. En casa suele comportarse. Se lleva bien con los niños, a los que no sigue pero protege. Es fiel y afectuoso con las personas aunque puede ser muy agresivo hacia otros perros y/o personas si no es educado y socializado correctamente.

La relación hombre - perro es una relación de sumisión, por lo tanto debe establecerse claramente el orden jerárquico, quién es el que manda. Una vez logrado esto, el dogo argentino será un compañero excepcional, fiel a su amo por el que dará su vida de ser necesario.