RODHESIAN RIDGEBACK

El temperamento del Rhodesian Ridgeback es noble, majestuoso e inteligente. Es elegante (su andar recuerda al de los felinos), fuerte, musculoso, vigoroso, activo y de configuración simétrica.

Posee una gran resistencia y puede alcanzar bastante velocidad. El perro adulto demuestra belleza y su porte es imponente. Su particularidad es una cresta en la espalda que está formada por el crecimiento del pelo en dirección opuesta al del resto del pelaje.

Es un perro que posee características difíciles de encontrar juntas en una misma raza: es paciente y tolerante con los niños y con la gente, inteligente como guardián y como perro de trabajo, ladra poco, no pierde pelo y no babea.

Es un perro muy digno, dócil y afectuoso, de temperamento equilibrado y gentil. Respeta la autoridad del jefe del hogar, y si se le trata con cariño no intentará imponerse sobre la autoridad establecida.

Es un perro de un sólo dueño, a quien obedecerá incondicionalmente. Suele permanecer indiferente ante las órdenes dadas por otras personas. Deposita una confianza total en las personas a quienes considera "su familia", pero es bastante huraño y desconfiado con los extraños. Un entrenador deberá ganarse la confianza del perro antes de pensar en obtener algún resultado de él.

Si bien da la impresión de ser un perro perezoso y de movimientos lentos, es capaz de estar instantáneamente alerta si es necesario. Se mostrará amigable con las personas que entren a la casa en compañía de sus dueños, pero no tolerará el ingreso de personas desconocidas si se encuentra solo e incluso podrá reaccionar en defensa de sus dueños si se encuentran en situaciones de peligro.

Les encanta hacer ejercicio fuerte. Es ideal llevarlos a lugares abiertos (playa o campo) donde puedan correr libremente y jugar con otros perros.

Tiene un carácter equilibrado y seguro que en ocasiones se traduce en un nivel elevado de tozudez y resistencia por lo que es importante mantener un buen nivel de control y obediencia, iniciando este a ser posible sobre los 4 / 6 meses, período en el que resulta fácil de adiestrar.