Desiree Rodriguez - Tristan

Mi mayor ilusión era tener un perrito, mi primer perrito y disfrutarlo con mi esposo; cuando Tristan llegó a nuestras vidas lo amamos a más no poder, él era todo ternura pero también era todo mordelón y tremendura.

Cuando creció y comenzamos a dar paseos con él, Tristan era quien marcaba el paso, caminaba rápido, se paraba, nos halaba, se volvía a parar.

Las travesuras en la casa comenzaron a ser mayores y no nos hacía caso, pero aun así yo lo llenaba de besos y abrazos, sin embargo creímos que era hora de buscar un entrenador si queríamos tener control sobre él, encontré a Rafael en la web y los testimonios de la gente me indicaron que era el ideal.

El diagnóstico de Rafa fue exceso de amor y poca disciplina hacia Tristan, me sorprendió cómo Rafa dominaba a la perfección su oficio al punto de controlar a nuestro bebé en el primer encuentro.

Durante seis semanas Rafa con mucha paciencia, sinceridad, constancia y cariño nos enseñó a ser unos padres disciplinados y a Tristan un hijo respetuoso.

Rafael convirtió a Tristan en todo un caballero en la calle, en Semana Santa nos lo llevamos cuatro días a la Colonia Tovar y se comportó a la altura, tanto que en un restaurant la mesera no se había dado cuenta que él estaba con nosotros, cuando se percató nos quiso retirar pero le pedimos una oportunidad, al terminar de comer, la señorita nos dijo “su perrito se porta mejor que un bebé”.

Gracias Rafa por estar siempre a nuestra disposición y brindarnos tus consejos.