Lorraine – Thabata

 

Desde que nací y mi memoria me lo permite recordar, mi casa siempre ha estado acompañada de perros y gatos. Sin embargo mi apego por el mejor amigo del hombre, el perro, siempre fue mayor. Mis padres pensaban que yo iba a ser veterinaria, ya que siempre desde muy niña rescaté y cuidé a perros y gatos que encontraba en la calle.

A medida que los años pasaron y mi amor hacia los perros me llevo a adoptar a una cachorra de Golden a la que llamé Thabata, desde su llegada a la casa, se convirtió en mi alegría y mi compañera en todo. Como sabía que iba a ser una perra bastante grande quería enseñarle obediencia, lamentablemente caí en manos de un entrenador con poca experiencia, y llevándome a tener a una perra finalmente sin entrenamiento y con un sin fin de problemas que debía solucionar.

Gracias a una gran amiga y veterinaria, Mónica Mélis, contacte a Rafael Angel y al coordinar con él la entrevista no sabía bien por donde comenzar a enumerar todos los problemas que presentaba con Thabata. Ella me halaba de la correa, saltaba encima de las personas cuando llegaban a la casa, se volvió una perra con ansiedad por separación, agresiva si interactuaba con otros perros o personas desconocidas.

Al escuchar las recomendaciones de Rafael todo comenzó a mejorar, Thabata inició su nivel de obediencia básica y sin pensarlo continuamos día a día ascendiendo en cada uno de los otros niveles.

En la actualidad Thabata en una perra obediente, y todo este proceso no sólo la nutrió a ella, sino que me demostró que hay una perspectiva diferente para tratar a las mascotas, que todo tiene un porque y que si aprendemos a manejar la disciplina, el ejercicio y el afecto con nuestros perros, entonces tendremos perros equilibrados y con muchos menos problemas, ya que como dueños concientizaremos que la mayoría de los desórdenes que nuestras mascotas llegan a tener son causadas por nosotros.

Siempre estaré agradecida con Atención Canina por la ayuda que me prestaron a mí y a Thabata.

Ella es lo que siempre soñé en una mascota, y actualmente me ayuda como ejemplo para que mi otra perrita Agatha aprenda lo que ella conoce.

Gracias eternamente,

Lorraine Márquez Silvestri