Testimonios
Dayana y Alvaro - Candy
Candy es una Jack Russell que llegó a nuestra casa con solo mes y medio de edad. Desde que llegó ya venía con problemitas de conducta que fueron intensificándose. Ella nos mordía todo el tiempo, le ladraba a las personas, al ver otros perros corría hacia ellos y atacaba, era un tema que comenzó a desesperarnos y fuimos en busca de ayuda.
Después de averiguar sobre muchos entrenadores y escuelas caninas, conseguimos "AtenciónCanina", concretamos una entrevista y llevamos a Candy para que la conocieran. El día de la entrevista Candy mordió a todo el que se le cruzó por enfrente, no había distinción de razas ni tamaños para ella, los dueños de otros perros los alejaban, y yo que era quien la tenía agarrada de la correa estaba súper apenada por su comportamiento.
La semana siguiente comenzó su nivel de "Socialización", se detonó con varios perros y pues dejó su marca en manos de algunos entrenadores, pero poco a poco eso desapareció. Con el pasar de las semanas la agresividad de Candy fue desapareciendo, recuerdo un día que llegamos al entrenamiento y mientras esperábamos que nos llamaran se le acercó un Bulldog francés llamado Maximus, por supuesto lo primero que hice fue tensar la correa de Candy "por si acaso", para mi sorpresa Candy comenzó a olerlo y mover su colita y en cuestión de segundos comenzó a brincar y jugar con él, otros perros de diferentes razas se acercaron y Candy continuó jugando sin mostrar agresividad (ya era el 4to fin de semana de entrenamiento), en ese momento agarré mi celular, le tomé una foto y se la mandé a mi esposo muy emocionada diciéndole "está jugando con otros perros, no lo puedo creer"…
La verdad la evolución de Candy ha sido muy positiva, en el edificio antes no jugaban con ella los otros perros ya que ella los mordía, ahora llega al punto que ya no quieren estar con ella porque como aún es cachorrita es excesivamente juguetona.
Estamos muy felices y agradecidos por todo el apoyo que nos dieron con Candy, no fue un trabajo fácil, pero con dedicación y disciplina se logró. Presentó su prueba y saco 20 puntos, no mordió a nadie, no se detonó, ni siquiera mostró los dientes, es otra perrita!
Hoy en día puedo llevarla hasta al parque de perros después de sus entrenamientos tranquila, sin miedo a que muerda a otros.
Mil gracias a todos los que pusieron su granito de arena en la educación de Candy. Estamos muy agradecidos y nos seguiremos viendo, pues Candy continuará sus entrenamientos, ahora en Obediencia Básica.