Pablo y Kathy – Rocco

Rocco llegó a nuestras vidas casi por casualidad. Katheryn deseaba con muchas ganas tener un compañero para nuestras vidas y se animó mucho más cuando a sus padres (mis suegros) les llegó un hermoso y dulce Pug llamado Steve.

Yo, Pablo, no quería un perro. No me gustaba la idea, pero con Rocco el amor fue casi a primera vista. Hoy no concibo mi vida sin mi mejor amigo, y claro, ese amor exacerbado de ambos (mi esposa y yo) provocó que se convirtiera en un perrito malcriado y sobre todo, muy ansioso.

Entre sus mordidas a todo lo que conseguía en casa y su desobediencia a nuestras órdenes pensábamos que había poco que hacer. Intentamos llegarle a través de algunos métodos de César Millán, otros de obediencia y yo ensayé durante mucho tiempo algunos trucos con él para que aprendiera algunas maniobras.

Se mostró siempre activo e inteligente, muy vivo, siempre quería adelantarse a la orden para recibir antes su recompensa, aún lo hace, sólo que ahora hay un método más eficiente. Pasó del empirismo a una educación orientada y necesaria.

Kathy se encontró con la cuenta en Instagram de Atención Canina, y la idea saltó de una vez. “Vamos a llevar a Rocco a la Escuela”, dijo un poco en serio, un poco en broma. Se burlaron de nosotros, nos dijeron que estábamos locos, pero al final, todo valió la pena.

Nuestro canino comenzó así un viaje maravilloso, donde nos llevó igualmente a nosotros a un mundo de aprendizaje y de felicidad. Ver su evolución y el crecimiento sostenido en la forma como toma los comandos, en la manera en la que se comporta, y sobre todo, como ahora canaliza mejor su ansiedad, lo han convertido en un Pug completamente diferente al que era.

Sigue siendo el mismo rochelero alegre y amoroso de siempre, pero ahora entiende más y mejor. Ahora hay canales de comunicación más claros con él, y él está mucho más feliz que nunca.

Gracias a Rafael y a todo el equipo de Atención Canina, que nos han dado grandísimas herramientas para disfrutar de Rocco como amos de él que somos y para que nuestro cachorro nos disfrute igualmente como sus dueños.

Como dije antes, hoy no concebimos la vida sin él, y aunque Rocco aún tiene sus días de locura, ahora lo manejamos y nos entendemos mejor con él. 

MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!!