Testimonios
Gabriela Lara - Max
Desde hace 1 año y 5 meses que tenemos con nosotros a Max, un Golden Retriever. El es uno de los mejores regalos que me han dado, pues me ha enseñado el sentido de la responsabilidad, la disciplina, el significado del amor incondicional, entre otras tantas cosas. Max creció en un hogar con “muchísimo amor” pero con poca disciplina, lo que lo convirtió en un perro dominante, trayendo consigo algunos problemitas. En varias oportunidades recurrí a libros para adiestrar Goden Retrievers y videos que me ofrecían el milagro de corregir los problemas de mi perro en solo cuestión de minutos. Pero todo fue en vano…el tiempo siguió pasando y los problemas de conducta de Max fueron agudizándose. Decidí buscar con urgencia un entrenador y después de una búsqueda exhaustiva nos decidimos por Rafael. Fue en la cita de la evaluación – cuando observamos como logro tener dominio sobre Max y sus malos hábitos – que sin pensarlo dos veces llegamos a la conclusión que Rafael fuese su entrenador. Entre otras cosas nos gusto: la claridad con que te habla, su sinceridad pues no te ofrece soluciones mágicas, su evidente amor y cariño hacia los perros, además que podríamos estar en los entrenamientos y Max no necesitaría estar internado. Fue evidente desde la primera clase un cambio en el comportamiento de Max, sobre todo a la hora de los paseos. Ahora que acaba de finalizar su 1º nivel de Obediencia Básica no tira de la correa, camina siempre a la izquierda, es capaz de quedarse quieto en la acera de la calle estando suelto y con varias distracciones a su alrededor – cuestión que antes era imposible – y acata los comandos SIT y DOWN. “Max ya esta en su segundo nivel”. Mi esposo, Max y yo estamos muy agradecidos por todos los conocimientos que nos ha transmitido Rafael, pues ha mejorado en un 200% la relación con nuestra mascota. Me alegra muchísimo saber que Max ahora si tiene a “un líder dominante”. Todo es cuestión de disciplina, constancia, paciencia y amor.