Bethzabe - Bamba y Bongo

Bamba llegó a nuestra casa con 45 días de nacida, fue rescatada y estaba muy flaca. La quisimos muchísimo desde que llegó a casa.

Fue creciendo y se volvió una adulta muy tremenda y desordenada. Llegar a casa era toda una aventura desde que se abría el portón del estacionamiento, veíamos a una criatura correr hacia el carro haciéndole infinitos rayones, al bajar del carro nos rasguñaba, nos ensuciaba y hasta en ocasiones me tumbaba al suelo.

Bongo llegó a casa con 2 meses de edad, ya Bamba era parte de la familia. A la llegada de Bongo, Bamba comenzó a sentir celos y lo sometía, lo opacaba. De una forma muy inteligente y cariñosa siempre evitaba que lo tocáramos o compartiéramos con él. Bongo creció siendo un perro miedoso, no podíamos sacarlo a pasear por el miedo que le daba y al ver otro perro comenzaba a atacarlo. 

Hace unos meses decidimos emigrar, con nuestros peques, pero sabíamos que ellos, al igual que nosotros, necesitábamos educarnos. Temíamos mucho que la ansiedad de Bongo no lo dejara afrontar las horas de vuelo, que su agresividad fuese un problema en España. Por otra parte el desorden de Bamba iba a ser un reto para este proyecto.

Decidimos buscar ayuda y desde que llegamos a Atención Canina, el amor y el profesionalismo de los entrenadores nos hizo confiar en ellos, y  aunque no estábamos de acuerdo con el collar de corrección, ya desde la primera clase notamos los cambios, ahora podemos salir a pasear con los peques y no tenemos miedo de que Bongo vaya a morder a algún amiguito, ahora el mismo se monta en el carro y pide salir a pasear, ama estar en el carro con nosotros; ahora llegamos a casa y podemos disfrutar y compartir con ellos, jugar sin que Bamba nos saque corriendo.

Aunque solo hemos aprobado el primer nivel y sabemos que aún nos falta mucho por aprender, agradecemos infinitamente a Atención Canina por enseñarnos a educar a nuestros nenes de 4 patas y a hacer mucho más agradable el día a día con ellos.