Testimonios
Aniuska Luna - Susy
Susy: Hola, me llamo Susy, soy una Golden Retriever, nací el 29 de Octubre de 2008, tenía a penas un mes y 11 días cuando me compraron, me siento súper feliz en mi hogar, soy muy consentida. Aniuska: Siempre he tenido mascotas medianas, Cherry una Cocker de 9 años, murió de cáncer, y su hija Pink de 5 años, visto que Pink se quedó sola, y muy deprimida, al pasar dos meses de la muerte de Cherry, tome la decisión de comprar a una mascota, siempre he querido tener a una Golden, fui a una tienda, y estaban vendiendo tres Golden, agarré la mas bonita y su mirada me encanto, me enamore. Lo mejor que me ha pasado en mi vida, es tener a Susy a mi lado, ya que me ha enseñado muchas cosas y yo a ella. Desde pequeña ha sido inquieta, tremenda, divertida, juguetona, cariñosa, y muy sociable. Al pasar los meses, Susy iba creciendo cada día, siempre la sacaba a la calle a caminar, pero llego un momento en que ella me llevaba era a mi, y me dominaba, ya que la consentíamos muchísimo, en la calle me hacía pasar pena, en la casa se portaba mal, no obedecía, y ya no podía mas con ella. Un día empecé a buscar por Internet sobre los entrenadores, necesitaba de verdad ayuda, anoté varios números, iba llamando y descartando, ya que al hablar con las personas no llenaban mis expectativas para solucionar y corregir los problemas que estaba pasando, al hablar con Rafael y contarle mis problemas con Susy, sentí un alivio ya que en ningún momento me habló de internarla (separarme de ella, nunca) o amarrarla, fue muy claro conmigo, dándome confianza de que teníamos que corregir sus malos hábitos y su conducta mediante unas clases, y enseñándome a mi, que cuando se portaba mal había que ponerle carácter y cuando se portaba bien había que premiarla. Acordamos de vernos, y empezar con las clases, Susy de verdad que se transformó en la primera clase, ya caminaba a mi lado, sin jalarme la correa, ya al caminar en la calle no me hacía pasar pena, aprendió a sentarse, acostarse, y a quedarse, siempre entendía todos los comandos que él le enseñaba muy rápido ya que es muy inteligente, y sorprendida de verla entender todo, ahora Susy y yo nos llevamos súper bien, ella me complace a mi en obedecer, y yo la complazco en premios. Nunca es tarde para conseguir lo deseado. Gracias Rafael, por enseñarnos a Susy y a mi, el mundo canino!