Licenciada en Comercio Internacional egresada de la Universidad Alejandro de Humboldt

Tengo por compañera una hermosa, dulce, extremadamente relajada y muy sociable Golden Retriever de 4 años que se llama Chanel.

Pero todos esos adjetivos no llegaron a describirla de manera ligera. Chanel llega a mi casa como regalo ¨sorpresa¨ de navidad; yo estaba casi segura que mi regalo sería un cachorrit@ y en mi mente ya le tenía nombre si era macho o hembra y por supuesto el ensayo de la cara de sorpresa al recibirl@.

Una vez que llega a mi casa caigo en cuenta que, necesito que Chanel aprendiera a comportarse y no encontraba la manera. Así que, busqué información de cómo y con quién pudiese entrenarla, así llegué a un grupo de personas a través de las Redes Sociales. Con ellos Chanel aprendió algunas cosas, pero, mi gran incógnita era, ¿cuándo me involucrarían a mí en ese entrenamiento?, yo sentía que la actividad debería ser con las dos.

Pasaron las semanas y quería que Chanel aprendiera más y más cosas, pero, esta vez quería que fuesen enseñadas por mí, y para eso tenía yo que formarme como Entrenadora Canina.

Nuevamente apoyada en las Redes Sociales comencé a ver si alguna de las personas o instituciones que yo seguía informaba que daban cursos para formar Entrenadores Caninos, y apareció el post de Atención Canina donde Rafael Ángel y su Staff de entrenadores ofrecían participar en un curso teórico práctico en el Dog Training Center en el Alto Hatillo.

Así comenzó toda esta aventura de aprender bajo un Pensum elaborado por él, que lleva una secuencia en el aprendizaje de cada comando y va enlazando un comando a otro.