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Bebés en casas Caninas

 

Uno de los seminarios que hice en USA, específicamente en  Seattle, Washington, era acerca del el importantísimo momento en el que la “manada humana crece” con otro integrante humano, es decir, el nacimiento de un bebé.

¿Estás embarazada y tienes un perro en casa? ¿Te preocupa que pasara en el momento que entres a casa por primera vez con tu bebé? ¡Este artículo te aclarará muchas dudas!


AtencionCanina.com

Puede ser un momento delicado si no se sabe llevar bien, pero no temas, de seguro que con paciencia y cariño tu perro acogerá a tu bebé y no habrá celos ni problemas de territorialidad, recuerda que son animales de manada e instintivamente saben que la manada puede crecer.

Para comenzar, asegúrate de que tu perro está sano, tenga sus vacunas al día, este desparasitado y trata que no sea muy dependiente de ti para que no vea al bebé como rival.

Si al principio no deseas que entre en ciertos lugares de la casa, limita su acceso inicialmente con barreras mecánicas como “baby gates” que luego irás quitando a medida que vaya aprendiendo.

Sé paciente y constante, los cambios toman tiempo para ser asimilados para todos nosotros, incluyendo a tu perrito.

A continuación te planteo consejos puntuales dependiendo del momento en el que te encuentres:

1.      Mientras el bebé está en la clínica:

·         No dejar al perro solo por completo en casa

·         Al ir a casa llevar alguna prenda con el olor del niño. Jugar con el perro, acariciarlo y darle premios mientras le mostramos la prenda, de este modo el perro asociará el olor del bebé con experiencias agradables.

·         Llevar al perro al veterinario para limar un poco sus uñas, así evitaremos que pueda arañar al niño si por accidente lo tocara con las patas.

·         Colocar unas dos semanas antes de la llegada del bebé, algunas grabaciones de bebés llorando en diferentes áreas de  la casa, para que se habitúe al nuevo sonido y no le genere estrés y/o lo asocie con el bebé.

2.      La llegada del bebé a casa:

·         El perro mostrará una curiosidad natural ante la llegada del bebé, es importante actuar de forma que el perro investigue al nuevo miembro de la familia y al mismo tiempo evitar que pueda, sin querer, hacerle daño.

·         Una buena idea es que alguna persona de la familia saque al perro a pasear y hacer ejercicio, mientras el bebé y su madre regresan de la clínica, así conseguiremos dos beneficios importantes: en primer lugar, la madre podrá instalarse en casa sin tener que estar pendiente de las reacciones del perro, y en segundo lugar, disminuiremos la energía con la que el perro manifieste su emoción al entrar a la casa y saludar a las personas.

3.      El primer contacto:

·         En general, es importante actuar de la forma más relajada posible. De lo contrario, podemos transmitir nuestra excitación al perro.

·         No debemos castigar al perro por querer investigar al bebé. Si lo hiciéramos, el perro podría asociar la presencia del niño con algo negativo.

·         Debemos dejar que el perro se acerque al niño, eso si, con calma. Para ello puede ser una buena idea distraer parte de su atención con una golosina.

·         Si el perro es de gran tamaño o muy nervioso una buena idea es mantenerlo sujeto con la correa de paseo hasta que su ímpetu por oler al niño se reduzca.

·         Si el perro se acerca al bebé y lo huele de una forma calmada, debemos premiarlo con caricias y palabras suaves. Debe siempre evitarse un tono de voz que pueda excitar al perro, por ejemplo, el que utilizamos para jugar.

·         Si las cosas han ido bien, no debemos alargar en exceso el primer contacto. Es importante no forzar la interacción entre el perro y el niño y permitir que el proceso se lleve a cabo de forma gradual.

IMPORTANTE: Nunca debemos dejar al bebé y al perro juntos ni un instante sin nuestra supervisión directa, un perro puede sin querer hacerle daño al niño, por ejemplo, apoyando sus patas y volcando la cuna.

4.      Las visitas:

·         Es obvio que las visitas vienen estos días a casa para ver al bebé, sin embargo, eso no significa que no dispongan ni de unos segundos para prestarle atención también al perro.

·         Debemos intentar que las personas que vienen a casa le hagan un poquito de caso al perro, puede ser algo tan sencillo como darle una golosina, lanzarle un par de veces la pelota y acariciarlo de vez en cuando.

5.      La relación del bebé con el perro: “los celos”:

¿Por qué se producen los celos? La llegada de un bebé absorbe gran parte de nuestro tiempo, los ratos en que estamos más tranquilos (cuando el bebé duerme) son aprovechados para jugar y prestarle atención a nuestro perro. De este modo, intentamos que el perro no se sienta desplazado.

Sin embargo, los perros no siempre interpretan las cosas de la misma forma que nosotros. Ante la forma anterior de actuar la interpretación del perro va a ser tan sencilla y tan lógica como la que sigue:

... cuando está el niño delante a mí, no me prestan atención.
... cuando el niño no está vuelvo a recuperar la atención de mis dueños.

En el momento en que el perro llega esta conclusión, empieza a ver al bebé como a un competidor y los celos pueden no tardar en aparecer.

¿Cómo evitar los celos?

-  Si el niño está presente debemos, en la medida de los posible, prestarle atención también al perro. Todos los juegos, las caricias y las golosinas deben ser entregadas en presencia del niño.

- Si el niño no está “en escena”, debemos de forma deliberada reducir el grado de caricias y atenciones que recibe el perro.

- En otras palabras, el perro sólo obtendrá cosas de nosotros en presencia del niño, y no al revés como ocurría antes.

Ahora el aprendizaje del perro será:

... cuando está el niño delante me hacen caso y me divierto como siempre.
... cuando el niño desaparece me aburro y ellos me ignoran.











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