Responsive image
Responsive image

Suyim y Gustavo - Toby

Cuando le comentamos a nuestros amigos y familiares que llevaríamos a Toby a clases de obediencia, muchos se rieron y nos preguntaban si después lo íbamos a mandar también a la universidad.

Al principio respondíamos con risas nerviosas y les seguíamos la corriente porque es raro imaginar que alguien invierta tanto tiempo en "educar" a una mascota.

Sin embargo, al terminar nuestro primer nivel de obediencia básica, esas respuestas cambiaron. Ya no eran risas nerviosas las que acompañaban a esas frases burlonas, sino comandos, comandos dirigidos a nuestro cachorro quien se quedaba quieto al llegar los amigos a casa, quien ahora nos podía acompañar a las reuniones familiares sin aterrorizar a todos con ladridos o conductas inapropiadas y quien paseaba por la cuadra ignorando a todos los otros perros histéricos que apenaban a sus dueños con su comportamiento.

Fue así que esas mismas personas que al inicio se reían de nosotros comenzaron a decir, "pero que educado es Toby", "míralo que tranquilo es", "ese perro ni se siente"...

Estas frases nos llenaban de orgullo ya que sabíamos que nuestra decisión había sido la correcta, ya que literalmente habíamos "educado" a nuestro perro.

Lo habíamos ayudado a ser un ser social, a interactuar con otros de su especie y de la nuestra. Lo habíamos ayudado a ser feliz.... si de verdad quieres hacer feliz a tu perro ayúdalo a ser un perro equilibrado, sociable, a seguir a su líder, a seguirte a ti.

Esto es amar a tu mascota.

 








Responsive image
Responsive image