Abby – Tequila

La principal motivación para entrenar a Tekila fue que en medio de su afán por socializar y lo cariñosa que es, me costaba un poco contralarla en lugares con muchos estímulos o distracciones.

Tekila tenía un paso adelante, a solas o en lugares tranquilos acudía al llamado, seguía órdenes como sentarse y quedarse quieta, pero en lugares públicos se le olvidaba todo, halaba y solo quería ir cerca de personas niños o cualquier distracción, esto normalmente asustaba a las personas por la fama errada que tiene la raza Pitbull.

Con el entrenamiento, ahora es más llevadera, es más fácil caminar juntas en cualquier lugar. El estar tranquila cerca de los vecinos y gente en general y seguir las órdenes que le doy, dio pie para que las personas que les temían se dieran cuenta de que no es peligrosa en lo absoluto.

Les agradezco a cada uno de los entrenadores y a Rafael por el amor que tienen en su trabajo y la buena labor que realizan, son excelentes!